El pasado 6 de junio de 2019, Raima, papelería emblemática de Barcelona, me propuso dar una charla inspiracional sobre la metodología de innovación Design Thinking aplicada a las empresas.
Su objetivo era que varias empresas de diversos sectores tuvieran una primera aproximación a la metodología y hacer un neworking profesional. Pero no un networking cualquiera sino creativo.
Me hizo especial ilusión porque considero a Raima, el templo de la creatividad y comparte los valores de las empresas que me demandan tanto consultoría como formación en Design Thinking:
- Empatía: se adaptan a las necesidades de sus clientes.
- Creatividad: quieren hacer cosas de manera diferente.
- Proactividad: quieren dar un paso más allá y ofrecer ventajas competitivas.
- Colaboración: deciden de manera horizontal, generan ideas para la comunidad.
Cuantas veces hemos ido a miles de eventos y la hora del networking ha sido una odisea. Debido a este reto se me ocurrió proponer a todos los participantes una manera diferente de conectar, más allá de cumplir el objetivo de intercambiar tarjetas, conseguir algo que realmente tuviese sentido y fuese eficaz.
Primero de todo realicé una breve charla para introducir la metodología ilustrando cada paso con casos prácticos.
El Design Thinking me gusta definirlo de manera holística, es decir, como un mindset- mas allá de una metodología- Como dice Tom Kelley, general manager de la consultora IDEO que fue la primera en aplicarlo con fines lucrativos.
Si nos ceñimos únicamente la descripción centrada en el pensamiento de diseño nos puede llevar a centrarnos en la innovación dirigida a productos. Y el Design Thinking va mucho mas allá, a resolver todo tipo de retos/problemas de una organización: servicios, maneras de comunicar, nuevos posicionamientos, formas de trabajar, etc. por lo que ofrece la oportunidad de repensar paradigmas y generar soluciones realmente impactantes.
Una vez acabada la charla, les propuse un ejercicio antes de ir al momento cerveza. Les pedí que me escribiesen retos que tenían en sus empresas y los dejasen en una caja. Después por equipos, tenían que coger un reto al azar y proponer una solución en un post-it. Fue una oportunidad para que reflexionaran sobre una problemática, trabajasen en equipo y pusieran en marcha una técnica de creatividad como el Brainwritting, escribir nuestras ideas en post-its en equipo. Finalmente hubo intercambio de impresiones, tarjetas y muchas sinergias.
Aquí podéis ver el vídeo resumen de la sesión hecho por Joan Manel Amigó.
¿Nos vemos en tu empresa?
THE FUTURE IS CREATIVE.
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